Altos de Pipe, 16 de Junio del 2014.- Postular a Castilletes como Área Bajo Régimen de Administración
Especial (Abrae), es la propuesta consensuada entre la comunidad
indígena Wayúu, habitante de la zona, y los representantes del gobierno
nacional que visitaron el sector.
El planteamiento fue
aprobado en asamblea de ciudadanos con miras a proteger los ecosistemas
naturales que confluyen en este territorio, ubicado en el límite más
septentrional del estado Zulia y asegurar salvaguardar el acervo
cultural de sus pobladores.
Dicha propuesta se deriva de los estudios
realizados por investigadores de la sede de Zulia del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), en el marco de
convenios binacionales con Cuba y Bielorrusia.
La reunión
fue organizada por personal científico del Ivic y contó con la
presencia del alcalde del municipio de la Guajira, Hébert Chacón y de
los diputados de la Asamblea Nacional, Manuel Briceño - presidente de la
Comisión de Ambiente- Sergio Fuenmayor- por la región Guajira- y
Gustavo Lara- por el estado Zulia.
Asimismo, la
autoridad única en materia de ambiente de la gobernación del Zulia,
Lenin Cardozo; la presidenta de la Fundación Zuliana de Estudios
Fronterizos, Esther Macías; el gerente de Operaciones de Corpozulia,
Rubén Pirela; y el gerente de Desarrollo Económico de Corpozulia,
Coronel Napoleón Rivero, formaron parte del encuentro.
Según
la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, las Abrae son
definidas como aquellas porciones de tierra o aguas nacionales cuyas
actividades y usos permitidos están sometidos a limitaciones o
restricciones por disposición de las leyes del país, a fin de garantizar
la conservación, defensa, mejoramiento del ambiente y ordenación de su
territorio.
Este instrumento legal contempla 20 figuras para la
clasificación de los espacios sujetos a protección que deben ser
adoptadas por Decreto del Ejecutivo en Consejo de Ministros.
“La
Asamblea Nacional presentará su informe correspondiente con una visión
integral de la problemática compleja que se vive en Castilletes, con la
intención de contribuir al diseño de una agenda y un programa que
permita dar respuesta a la situación”, destacó el diputado Manuel
Briceño.
Compromiso para la conversación
Durante
la visita interinstitucional a Castilletes, los representantes de los
entes gubernamentales tuvieron la oportunidad de observar y evaluar la
magnitud de los daños ecológicos evidenciados por los estudios
desarrollados por el Ivic desde hace siete años.
“La zona
es sumamente frágil y esta condición hay que tenerla en cuenta para
hacer cualquier tipo de actividad en ella.
Los dragados, las
construcciones que se han realizado y el efecto causado por el paso de
los vehículos 4 x 4 rompieron el equilibrio dinámico de la laguna de
Cocinetas, ocasionando su desbordamiento en lugares que no le son
propios”, explicó la investigadora del Centro de Estudios Botánicos y
Agroforestales Ivic – Zulia y encargada del proyecto, Luz Esther
Sánchez.
Los estudios realizados determinaron que la
laguna de Cocinetas, que bordea a la comunidad de Castilletes, se
encuentra sobre una falla geológica con tectónica activa lo que ha
aumentado la vulnerabilidad del cuerpo de agua.
Durante
miles de años las dunas que conforman el ecosistema han servido de
barrera frente a la erosión ocasionada por los fuertes vientos.
El paso
frecuente de vehículos 4 x 4 sobre estas acumulaciones de arena ha
desestabilizado su estructura, haciéndolas migrar hacia la laguna. Este
desplazamiento ha provocando importantes cambios en la hidrodinámica de
Cocinetas produciendo zonas de inundación.
El grupo de
investigadores del Ivic pudo detectar los cambios ocurridos en la
laguna, a través del uso de imágenes satelitales de alta resolución
obtenidas por el sensor del satélite Miranda, así como de estudios
proporcionados por Bielorrusia y Rusia.
“El problema más
importante es que esta población quedaría aislada del continente si la
laguna continúa avanzando y se uniría con el mar, lo que cambiaría la
hidrodinámica de la laguna y afectaría a la biodiversidad del lugar”,
determinó Sánchez.
Mitigar los daños ocurridos y
posteriormente realizar una restauración ecológica de la zona junto a la
comunidad, es la meta que se plantea el proyecto científico a corto y
largo plazo.
Castilletes es el asiento de parte de la comunidad
Wayúu y representa una zona de paso para el pueblo indígena entre la
Alta Guajira venezolana y la Alta Guajira Colombiana, resaltó el alcalde
del municipio de la Guajira, Hébert Chacón.
La protección de esta región fronteriza también implica la conservación de diversas especies marinas,entre
las que destaca el tiburón, que encuentra en estas aguas un santuario
para la reproducción. Según la Unión Internacional de la Conservación de
la Naturaleza (Uicn), un cuarto de la población de tiburones del mundo
se encuentra en peligro de extinción.
El trabajo de
investigación se ha hecho en combinación con los saberes ancestrales de
la población Wayúu. “Con ellos pudimos llegar a los lugares donde se
presencian las alteraciones e intercambiar experiencias para tratar de
darle respuestas a sus inquietudes sobre los fenómenos”, comentó la
investigadora.
En este estudio también han colaborado
especialistas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Armada
Bolivariana, la Universidad del Zulia (LUZ) y la Universidad Bolivariana
de Venezuela (UBV).
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