La obra se llevó
a cabo como parte de la presentación del diagnóstico y proyecto social de 11
jóvenes que próximamente serán licenciados en Trabajo Social, un logro posible
gracias a la política del Centro Nacional de Danza, que permite a los
bailarines cursar estudios en paralelo con el baile.
Entre los jóvenes
que bailaron, y como ejemplo de esta posibilidad, estuvo María
Daniela Añez, menor de 30 años, perteneciente al elenco desde hace 6 años,
y pronta a graduarse de Licenciada en Trabajo Social, carrera que cursa en la
Universidad Central de Venezuela. Ella, como otros estudiantes, solicitó
permiso al Centro Nacional de Danza para comenzar sus estudios sin encontrar
inconveniente, al igual que lo ocurrido para realizar sus prácticas
profesionales en la comunidad El Retiro.
Con respecto a la
participación de sus compañeros bailarines en el cierre de la presentación de
su proyecto comunitario, dijo que hizo la solicitud al Centro Nacional de Danza
“y todos se mostraron abiertos y pusieron las facilidades para venir a bailar”.
Entre los
habitantes de la comunidad El Retiro que disfrutaron de la obra de danza, se
encontraba Aníbal Isturdes quien, sostenido con una andadera para caminar, dijo
con mucho ánimo y entusiasmo: “De corazón les digo que hoy ha sido uno de los
momentos más bellos y más hermosos que he vivido, quizá me sienta así porque
hoy me levante de mi cama después de 6 meses postrado”.
“Estos jóvenes
que son la esperanza de la patria y del país, dan testimonio de la
libertad de la vida, del arte, de la cultura, que se contrapone en la cultura
de la muerte que se instala los fines de semana y causa la muerte de tantos
jóvenes. Ojalá lográramos mantener un espacio donde se presenten más
actividades como estas dentro del corazón de los barrios”, acentuó Aníbal.
Con el mismo
entusiasmo, Ángel Arrechedera, estudiante de Trabajo Social confesó que
ignoraba totalmente lo que era la danza contemporánea. “Hoy pude ver de cerca
lo que es la danza y me parece un arte de mucho esfuerzo. Tengo un hijo músico
y por eso sé que lo visto hoy es el fruto de horas de ensayos. Ojalá siga
desplazándose a otros espacios donde la comunidad pueda disfrutar de este arte
del movimiento”.
Arelis Biur, de
la comunidad El Retiro II con 57 años viviendo en el sector, dijo que le
pareció “fabuloso que vinieran hasta aquí a mostrarnos parte de la danza
contemporánea, antes esto no se veía y agradezco que me hayan permitido
disfrutar de esta actividad”.
El encuentro
culminó con la entrega de un reconocimiento a los actores de las comunidades
que apoyaron a los estudiantes en el desarrollo de su proyecto y al elenco
contemporáneo del Centro Nacional de Danza por su participación.
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