Decidió solicitar un permiso especial en la empresa donde trabaja
para ser voluntario y ayudar a otras familias en la recuperación
Padre
de tres hijos y trabajador de una empresa de servicios petroleros, Leonel Emiro
Ortiz, de 41 años, sintió la madrugada del 25 de agosto “que un rayo le había
caído a la casa y quedamos sin techo”, tras el accidente ocurrido en el Bloque
23 del área de almacenamiento de la Refinería Amuay que impactó hogares del sector
Alí Primera I, en Paraguaná, estado Falcón.
Diez
días después, Ortiz ve cómo su casa ubicada en la calle Páez está en
condiciones de habitabilidad gracias a su disposición al trabajo y al apoyo de
las Brigadas de Voluntarios de PDVSA que han obrado con tesón para recuperar el
techo y paredes del hogar que lo ha albergado con sus hijas e hijo por más de
16 años.
Relata
que tras el accidente salió con sus hijos hacia la calle y junto con sus
vecinos se reunieron para atender las indicaciones de los trabajadores de PDVSA
y funcionarios que guiaban a pobladores en el desalojo del lugar. En la tarde
un grupo de trabajadores realizó un censo y evaluó daños en las viviendas, y el
domingo 26 ya estaban trabajando en la casa.
“Llegó
una cuadrilla de PDVSA con gente del Zulia y comenzaron a trabajar en mi casa,
trajeron las láminas de acerolit y como yo soy soldador tomé la máquina y
comencé a unir las vigas para hacer más fuerte el techo. Los compatriotas de
las brigadas de voluntarios han realizado un gran trabajo, frisaron, masillaron
y pintaron las paredes para dejar lista mi casa”, atinó a decir el paraguanero
en un alto al jornal de reparación.
Pedí permiso para incorporarme como
voluntario
Durante
las jornadas cumplidas para remodelar la vivienda, Ortiz no se ha quedado sólo
en la soldadura, también ha colaborado en labor de albañil y de pintar el hogar
distribuido en tres habitaciones, sala, comedor y baño.
Está
consciente del despliegue hecho por PDVSA desde que ocurrió el siniestro, sabe
que hay muchas casas afectadas pero envió un mensaje para todas las familias,
mujeres y hombres que se han visto afectados: que tengan paciencia, que la
ayuda va a llegar, hay más de 30 cuadrillas trabajando, “tengan fe que el apoyo
de PDVSA y del Gobierno va a llegar”.
La
motivación de Ortiz se acrecentó una vez que conversó y vio el despliegue de
los voluntarios de PDVSA, lo cual le motivó a solicitar un permiso especial en
su trabajo para incorporarse a la cuadrilla de voluntarios y ayudar a otras
familias que vieron afectadas sus viviendas. “Lo hago con el corazón, de forma
voluntaria, ellos trabajaron en mi casa, ahora yo me ofrezco, me incorporo a
ayudar a otros. Tenemos que ser solidarios y estar unidos para ayudarnos, sólo
así saldremos adelante”, sentenció.
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