Como
parte de una extensa programación que abarcará todo el mes de
noviembre, con motivo de celebrarse los 231 años del Natalicio de
Andrés Bello (1781-1865); en los espacios de la Dirección de Libros
Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Venezuela, se llevó a cabo la charla titulada Venezuela, de Bello a Lazo Martí, un
ameno conversatorio entre el poeta Luis Alberto Crespo, presidente de
la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello y el profesor
Edgar Colmenares, Individuo de Número de la Academia Venezolana de
la Lengua.
Bajo el lema, La patria es nuestro paisaje, la Casa Nacional de las Letras ha querido resaltar el trabajo ecológico y lingüístico de Andrés Bello; y a partir de allí resulta inevitable hablar de sus silvas (una seria indefinida de versos endecasílabos y heptasílabos, con rima libre), y de la influencia que este venezolano ejerció en Francisco Lazo Martí (1869-1909) máximo exponente de lo que hoy se conoce como el nativismo criollo.
Bajo el lema, La patria es nuestro paisaje, la Casa Nacional de las Letras ha querido resaltar el trabajo ecológico y lingüístico de Andrés Bello; y a partir de allí resulta inevitable hablar de sus silvas (una seria indefinida de versos endecasílabos y heptasílabos, con rima libre), y de la influencia que este venezolano ejerció en Francisco Lazo Martí (1869-1909) máximo exponente de lo que hoy se conoce como el nativismo criollo.
Aún cuando en tiempos de Andrés Bello no se hablaba de la ecología como ciencia, la defensa que este insigne venezolano realiza en favor de la geografía y el paisaje venezolano, especialmente del Llano, le convierte en un ecologista, aspecto poco conocido de su vida y que este año se ha querido destacar, por encima de su trayectoria como escritor, lingüista y estudioso de la gramática.
“Este año quisimos particularizar al Andrés Bello defensor de la naturaleza, en un momento en el que el mundo entero está clamando porque salvemos a la Tierra, Bello puede ser considerado un gran visionario, porque ya en su tiempo, el comenzó con su “Silva a la agricultura de la zona tórrida”, a defender la naturaleza, y con ello nos demuestra que fue hombre con un concepto de destino muy grande en cuanto a su cultura, él lo que supo lo enseñó en ese momento, con una visión universal del futuro, que es hoy... su gran pasión fue la de educar al hombre, la de llevar a todos los hijos del pueblo, a los descendientes de los soldados llaneros, a la universidad, no bastaba con que supieran leer y escribir, había que estudiar las ciencias, ese fue uno de sus objetivos.... Y en la actualidad nosotros lo estamos haciendo con las Misiones Educativas... y eso tiene un gran sabor bellista”, expreso Luis Alberto Crespo.
No le pidamos a Bello espadas ni fusiles, -dijo- pero a su manera, Bello fue un gran revolucionario, quiso regionalizar lo universal y universalizar lo regional, definir nuestra soberanía no sólo políticamente, había que liberarse cultural y económicamente; Bello nos sugiere que la sangre que se derramó por América no se puede secar, la sangre que se derramó en estos suelos debe ser sembrada... él exaltó los frutos de la naturaleza y de nuestra geografía, y fue además un gran defensor de la mujer, defendió su presencia en la política y en la literatura, por eso nosotros queremos que Bello sea un venezolano como todos nosotros.
Por su parte, Edgar Colmenares, fundador de la Cátedra de Andrés Bello, luego de realizar unas interesantes disertaciones acerca del lenguaje, de la diversidad lingüística y de los aportes que realizó Andrés Bello al español de Venezuela; y de embelesar al público presente con extraordinarias descripciones y pasajes del llano venezolano, tan presentes en las silvas de Bello y de Lazo Martí, expresó: “Yo he venido desde hace muchos años, planteando la imagen de un Bello humano, conjuntamente con ese Bello gramático, geógrafo, político, legislador, pedagogo... como parte de su expresión poética, la naturaleza y su preocupación por ella, tienen una gran presencia; y eso es lo que hemos querido este año, resaltar otros rasgos más humanos y menos conocidos de Bello.
Para finalizar, Crespo dijo: “Yo estoy muy emocionado de que hayamos realizado este conversatorio en esta sala, porque cuando la inauguramos, Humberto González, director General de la Biblioteca Nacional, lo dijo muy claro, este lugar no puede ser sólo para guardar libros, sino que tenemos que usarlo para debatir, para conversar y hacer tertulias en torno a la figura de Bello; es por eso que una de las actividades finales, será la Conferencia: Andrés Bello y la geografía de las silvas, a cargo de Pedro Cunill Grau, con la participación de Humberto González y mi persona, en esta misma sala, el jueves 29 de noviembre a las dos de la tarde”.
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