Caracas, 7-3-2014 (Prensa Mintur).- Culminó la fiesta de carnaval y con
ella queda la satisfacción de quienes participaron en el evento más colorido y
exaltante que en la historia carnestolenda ha acontecido; “Los Carnavales Internacionales de Carúpano”.
El brillo, color, exuberancia, matiz, constancia, fueron
herramientas que reflejaron el esteticismo de cada fantasía, traje y carroza
que desfilaron por las principales calles de esta población del oriente del
país, que además de su potencial
turístico conserva el acervo cultural y tradicional de esta festividad.
Cincuenta años han transcurrido,
desde aquella década de los sesenta cuando Humberto Angrisano, carupanero de
pura cepa y considerado el padre de
este carnaval, se puso al frente de esta fiesta que la colmó de alegría. Cada
año, al hacedor del estos carnavales, miles de personas le rinden tributo estampando
en cada una de sus creaciones el recuerdo, sabiduría y cariño que este
personaje de la historia, le apostó.
El "Carnaval Turístico Internacional de Venezuela", título
otorgado en la VI Convención
Nacional de Turismo que se realizó en el estado Táchira en 1966, reviste de
gran imponencia a nivel internacional. Hoy el Instituto Patrimonio Cultural
(IPC), a través del ministerio del Poder Popular para la Cultura le confiere el reconocimiento como Bien Cultural de la Nación, baluarte
que es reflejo de la cultura e historia autóctona del oriente venezolano.
“Carnavales hay
mucho, pero como el de Carúpano ninguno”,
es
el slogan que ha permanecido por estos años. El gentilicio carupanero ha
acompañado sus gritos y exclamaciones con esta contagiosa frase, la cual ha
formado parte de muchas composiciones musicales y poéticas.
Diseñadores y hacedores realizan sus obras, únicas
en la historia
Con meses de
antelación, los más reconocidos diseñadores de carrozas y fantasías, programan
su cotidianidad para dar en cuerpo y alma la creación de estas fortalezas, que son
las más aplaudidas.
Tal es el caso de Ismael
Mundaraín, diseñador de fantasías, nacido en Carúpano y quien ya lleva 12 años
realizando estas obras que son mostradas, en su mayoría, por jóvenes y niñas
aspirantes al reinado. Este año, su imaginación fue mucho más allá de la
realidad. El crear una historia, que no existía: La plasmó en una mujer quien no
soportó los maltratos de hombres pudientes y se valió de sus atributos para convertirlos
en sus esclavos. Una vez derrotados, la esbelta mujer deslumbró al público
al elevarse desde la estructura rodante y rendir honor a la bailarinas cariocas
bajo el ritmo de la samba.
“Fue una creación que
nos llevó muchas amanecidas, pero satisfacción al recibir el premio como la
mejor fantasía de estos carnavales”, dijo Mundaraín, quien agregó que le imprime mucha pasión a su
trabajo de la mano de 25 personas que “hacen de estos carnavales suyos”.
Igualmente, en esta fiesta
carnestolenda se hacen presentes los
hacedores de fantasías. Un grupo de
más de cuarenta hombres quienes visten sus cuerpos de mujer. Fastuosos diseños y los más originales atuendos, suelen ser los más esperados por la
muchedumbre que se aglomeran en las calles.
David Cedeño, quien desde los 19 años
de edad, participa en estos carnavales exhibiendo los más vistosos trajes,
manifiesta que “cada día me empeño más en hacerlo mejor, ver lo mejor de mí. Lo
hago por Carúpano, por mi gente que se merece todo y quienes nos esperan todos
los años con esa alegría y ese entusiasmo”. Dijo que cada año se suman más
hacedores de fantasías, “que este año desde el interior del país nos acompañarán
en este bello desfile”.
El Diablo Luis, personaje e historia
“Soy el primer y único diablo de
verdad, el abuelo de todos los diablitos que he recorrido todas las calles
de mi querida cumana, de mi querido carúpano
y de todo Sucre soy el diablo del siglo”. Suele decir el “Diablo Luis” o “Diablo
de Cumaná”, quien con una trayectoria de más de 50 años, es la
representación fehaciente de estos carnavales.
Muchos, de los que hoy son más
adultos, lo recuerdan cuando pequeño al escuchar la lata corrían a esconderse
debajo de la cama. Esta historia forma parte de la celebración de los “50
años de los Carnavales de Carúpano”.
Luis del Valle Hurtado nació el día
12 del mes de enero del año 1931.
A sus 82 años es Patrimonio Cultural Viviente y reconocido
en el estado Sucre, por su original vestimenta. Solía vestir una malla negra y
transmitir a través de sus ojos y su lengua enrojecida, el miedo a los más
pequeños y grandes. Hoy con un caminar lento sigue a su compañero el latero,
quienes aún recorren las calles de Cumaná y Carúpano. Esta vez con una capa
roja.
“Carnavales hay muchos pero
como los de Carúpano ninguno, frase que permanecerá por todos los tiempos y que es
símbolo del arraigo de una fiesta que se convirtió este año en un “Bien
cultural de la Nación”.
Su legado es y será adjudicarse como los mejores carnavales a nivel nacional e
internacional.
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