Entrevista a Rafael Ramirez, presidente de PDVSA
—Los analistas opositores dicen que al Mercosur sólo exportaremos petróleo ¿Será así?
—Esas reacciones contra Mercosur no son extrañas porque la oposición es vocera de un sector privado parasitario, principalmente comercial y atado históricamente a la economía de Estados Unidos. Son agentes de los intereses de ese país y por eso no pueden estar de acuerdo con nuestro ingreso a un mecanismo que nos va a permitir desengancharnos de nuestra dependencia de los productos estadounidenses. En el Mercosur nos colocamos en nuestra perspectiva histórica: somos un país del sur y debemos mirar al sur, tal como lo hizo la generación libertadora. Nuestra oligarquía siempre ha preferido la dependencia de EEUU. En Brasil, Argentina y Uruguay hay muchos empresarios medianos y pequeños, no hegemónicos ni monopolistas, interesados en hacer negocios con nosotros y serán de mucha ayuda para romper la dependencia tecnológica de EEUU y Europa. Pero también podemos venderles muchos productos. Nada más en el noreste brasileño hay 30 millones de personas, es decir, la misma población de Venezuela, que no es cubierta por la industria de Brasil y consume café, chocolate, gas, de todo (…) es una oportunidad para los sectores empresariales que decidan acompañar al Estado.
-Del lado revolucionario, Toby Valderama, autor de la columna Un grano de maíz y persona muy vinculada a usted, también criticó el ingreso al Mercosur. Dijo que incentiva el modelo económico egoísta y competitivo que el socialismo combate ¿Qué le responde?
—No, yo no le respondo, respeto todas las opiniones y valoro mucho la valentía que siempre ha demostrado Un grano de maíz. Lo tomo como un alerta, una campanada, pero creo que debemos permitir que el modelo evolucione. El Mercosur en este momento defiende una posición nacional de nuestros países. Que evolucione hacia una posición revolucionaria, dependerá de cada país. Nosotros, Venezuela, vamos hacia el socialismo con nuestras peculiaridades de economía petrolera. Los saltos que estamos dando son exclusivamente por la creación de conciencia revolucionaria y por el liderazgo del comandante Chávez. Por eso, insisto, debemos tener mucha confianza en este planteamiento estratégico del Presidente.
—El Presidente criticó a la empresa española Repsol por sus acciones judiciales contra Argentina. Ahora que estamos en Mercosur, ¿si Repsol insiste podrían verse comprometidas sus inversiones en Venezuela?
—Tenemos un marco legal y jurídico para la participación de empresas extranjeras en la actividad petrolera. Ese marco nos permitió romper la relación de sometimiento a la nos habían condenado antes. Éramos satélites de la economía norteamericana, hoy somos plenamente soberanos y podemos decir que tenemos abundante inversión extranjera, pero bajo control nuestro. Acá están todas las empresas petroleras del mundo, salvo ExxonMobil y ConocoPhillips porque pretenden desconocer nuestros derechos y nos tienen demandados en el exterior. La empresa Repsol está en el marco de la ley, se adaptó a nuestra nueva normativa. Ahora, hemos sido muy críticos de la actitud de Repsol ante Argentina por la nacionalización de YPF. Creemos que Repsol debe pensar muy bien lo que va a hacer contra Argentina porque seremos solidarios y no permitiremos que una firma transnacional atropelle a una compañía hermana como es YPF. Esperamos que se imponga el diálogo y la conciliación.
RESPUESTAS A LA DERECHA
—El candidato Henrique Capriles Radonski maneja cifras según las cuales lo que la oposición llama “regalos de petróleo” montan ya los 7 mil millones de dólares ¿Qué le dice?
—No regalamos nada. Todos nuestros contratos son a precio internacional, sólo que a algunos de los países hermanos más pequeños y pobres les damos facilidades de pago, como corresponde éticamente a una nación solidaria. Aquí se regalaba el petróleo antes de llegar Chávez. La derecha, que ya gobernó por muchos años, fue culpable de los precios viles a los que llegó nuestro petróleo porque violaron las cuotas de producción y trabajaron con las grandes potencias para destruir la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Es bueno, como dice el Presidente, que hayan comenzado a hablar de petróleo porque evidencian que su programa es antinacional, entreguista y reaccionario, que implica volver al imperio de las transnacionales. Cambiarían las leyes para reducirles los impuestos a las grandes petroleras, le devolverían a esas empresas todo lo que nosotros hemos nacionalizado, privatizarían Pdvsa y volverían a entregar la Faja Petrolífera del Orinoco. Sería conveniente preguntarle al candidato de la ultraderecha qué piensa él del sabotaje petrolero, que nos costó vidas y generó pérdidas por 14 mil 700 millones de dólares y si piensa reenganchar a los responsables de eso y despedir a quienes rescataron la industria de aquel desastre.
—Capriles dice que el único despedido será usted…
—Es una posición necia, típica de los fascistas. Trata de finiquitar de esa manera una profunda discusión acerca de los dos modelos de manejo de la industria petrolera que están enfrentados acá: el de la soberanía y el del entreguismo. Debe saber que lo difícil no será botarme, sino arrancar a Pdvsa de las manos del pueblo ¿Cómo piensan hacerlo? Nuestros obreros petroleros no aceptarían un programa entreguista de la extrema derecha porque son vanguardia de la Revolución.
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Cifras y preguntas
“Si quieren discutir de petróleo, prepárense”, reta a los adversarios el trujillano Rafael Ramírez, ingeniero mecánico egresado de la Universidad de Los Andes, ministro de Energía y Petróleo desde 2002 y presidente de Pdvsa desde 2004. Y apela a cifras seguidas de interrogantes:
“Nuestra política ayudó a elevar el precio internacional de 7 a 100 dólares. ¿Quién regalaba el petróleo?
A Citgo, que era nuestra pero nunca daba dividendos, se le vendía con 4 dólares de descuento, con el precio en 10, es decir, que hoy estaríamos dándole 40 dólares de descuento. ¿No era eso regalar petróleo?
Empresas como Exxon-Mobil pagaban 1% de regalía. Si no hubiese habido Revolución, habríamos recibido sólo 48 mil millones de dólares y las transnacionales se hubiesen llevado 385 mil millones. Evitamos perder más de 300 mil millones de dólares. ¿Quién hacía regalos?
Ellos vendían el petróleo de la Faja a 4 dólares, a precio de carbón, nosotros lo rescatamos y lo vendemos a 100 dólares como lo que es: petróleo. ¿Quién habla de regalar?”.
En torno a un alegado endeudamiento excesivo y una presunta bancarrota, también responde con números y una pregunta:
“Pdvsa tiene 150 mil millones de dólares en activos y un patrimonio de 73 mil millones. Eso implica una relación confortable con una deuda de 30 mil millones dólares. Hicimos un plan estratégico para producir 4 millones de barriles diarios en 2014 y 6 millones en 2019. Salimos a buscar préstamos y los conseguimos. ¿Si estuviésemos en quiebra, quién nos prestaría?”.
—Esas reacciones contra Mercosur no son extrañas porque la oposición es vocera de un sector privado parasitario, principalmente comercial y atado históricamente a la economía de Estados Unidos. Son agentes de los intereses de ese país y por eso no pueden estar de acuerdo con nuestro ingreso a un mecanismo que nos va a permitir desengancharnos de nuestra dependencia de los productos estadounidenses. En el Mercosur nos colocamos en nuestra perspectiva histórica: somos un país del sur y debemos mirar al sur, tal como lo hizo la generación libertadora. Nuestra oligarquía siempre ha preferido la dependencia de EEUU. En Brasil, Argentina y Uruguay hay muchos empresarios medianos y pequeños, no hegemónicos ni monopolistas, interesados en hacer negocios con nosotros y serán de mucha ayuda para romper la dependencia tecnológica de EEUU y Europa. Pero también podemos venderles muchos productos. Nada más en el noreste brasileño hay 30 millones de personas, es decir, la misma población de Venezuela, que no es cubierta por la industria de Brasil y consume café, chocolate, gas, de todo (…) es una oportunidad para los sectores empresariales que decidan acompañar al Estado.
-Del lado revolucionario, Toby Valderama, autor de la columna Un grano de maíz y persona muy vinculada a usted, también criticó el ingreso al Mercosur. Dijo que incentiva el modelo económico egoísta y competitivo que el socialismo combate ¿Qué le responde?
—No, yo no le respondo, respeto todas las opiniones y valoro mucho la valentía que siempre ha demostrado Un grano de maíz. Lo tomo como un alerta, una campanada, pero creo que debemos permitir que el modelo evolucione. El Mercosur en este momento defiende una posición nacional de nuestros países. Que evolucione hacia una posición revolucionaria, dependerá de cada país. Nosotros, Venezuela, vamos hacia el socialismo con nuestras peculiaridades de economía petrolera. Los saltos que estamos dando son exclusivamente por la creación de conciencia revolucionaria y por el liderazgo del comandante Chávez. Por eso, insisto, debemos tener mucha confianza en este planteamiento estratégico del Presidente.
—El Presidente criticó a la empresa española Repsol por sus acciones judiciales contra Argentina. Ahora que estamos en Mercosur, ¿si Repsol insiste podrían verse comprometidas sus inversiones en Venezuela?
—Tenemos un marco legal y jurídico para la participación de empresas extranjeras en la actividad petrolera. Ese marco nos permitió romper la relación de sometimiento a la nos habían condenado antes. Éramos satélites de la economía norteamericana, hoy somos plenamente soberanos y podemos decir que tenemos abundante inversión extranjera, pero bajo control nuestro. Acá están todas las empresas petroleras del mundo, salvo ExxonMobil y ConocoPhillips porque pretenden desconocer nuestros derechos y nos tienen demandados en el exterior. La empresa Repsol está en el marco de la ley, se adaptó a nuestra nueva normativa. Ahora, hemos sido muy críticos de la actitud de Repsol ante Argentina por la nacionalización de YPF. Creemos que Repsol debe pensar muy bien lo que va a hacer contra Argentina porque seremos solidarios y no permitiremos que una firma transnacional atropelle a una compañía hermana como es YPF. Esperamos que se imponga el diálogo y la conciliación.
RESPUESTAS A LA DERECHA
—El candidato Henrique Capriles Radonski maneja cifras según las cuales lo que la oposición llama “regalos de petróleo” montan ya los 7 mil millones de dólares ¿Qué le dice?
—No regalamos nada. Todos nuestros contratos son a precio internacional, sólo que a algunos de los países hermanos más pequeños y pobres les damos facilidades de pago, como corresponde éticamente a una nación solidaria. Aquí se regalaba el petróleo antes de llegar Chávez. La derecha, que ya gobernó por muchos años, fue culpable de los precios viles a los que llegó nuestro petróleo porque violaron las cuotas de producción y trabajaron con las grandes potencias para destruir la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Es bueno, como dice el Presidente, que hayan comenzado a hablar de petróleo porque evidencian que su programa es antinacional, entreguista y reaccionario, que implica volver al imperio de las transnacionales. Cambiarían las leyes para reducirles los impuestos a las grandes petroleras, le devolverían a esas empresas todo lo que nosotros hemos nacionalizado, privatizarían Pdvsa y volverían a entregar la Faja Petrolífera del Orinoco. Sería conveniente preguntarle al candidato de la ultraderecha qué piensa él del sabotaje petrolero, que nos costó vidas y generó pérdidas por 14 mil 700 millones de dólares y si piensa reenganchar a los responsables de eso y despedir a quienes rescataron la industria de aquel desastre.
—Capriles dice que el único despedido será usted…
—Es una posición necia, típica de los fascistas. Trata de finiquitar de esa manera una profunda discusión acerca de los dos modelos de manejo de la industria petrolera que están enfrentados acá: el de la soberanía y el del entreguismo. Debe saber que lo difícil no será botarme, sino arrancar a Pdvsa de las manos del pueblo ¿Cómo piensan hacerlo? Nuestros obreros petroleros no aceptarían un programa entreguista de la extrema derecha porque son vanguardia de la Revolución.
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Cifras y preguntas
“Si quieren discutir de petróleo, prepárense”, reta a los adversarios el trujillano Rafael Ramírez, ingeniero mecánico egresado de la Universidad de Los Andes, ministro de Energía y Petróleo desde 2002 y presidente de Pdvsa desde 2004. Y apela a cifras seguidas de interrogantes:
“Nuestra política ayudó a elevar el precio internacional de 7 a 100 dólares. ¿Quién regalaba el petróleo?
A Citgo, que era nuestra pero nunca daba dividendos, se le vendía con 4 dólares de descuento, con el precio en 10, es decir, que hoy estaríamos dándole 40 dólares de descuento. ¿No era eso regalar petróleo?
Empresas como Exxon-Mobil pagaban 1% de regalía. Si no hubiese habido Revolución, habríamos recibido sólo 48 mil millones de dólares y las transnacionales se hubiesen llevado 385 mil millones. Evitamos perder más de 300 mil millones de dólares. ¿Quién hacía regalos?
Ellos vendían el petróleo de la Faja a 4 dólares, a precio de carbón, nosotros lo rescatamos y lo vendemos a 100 dólares como lo que es: petróleo. ¿Quién habla de regalar?”.
En torno a un alegado endeudamiento excesivo y una presunta bancarrota, también responde con números y una pregunta:
“Pdvsa tiene 150 mil millones de dólares en activos y un patrimonio de 73 mil millones. Eso implica una relación confortable con una deuda de 30 mil millones dólares. Hicimos un plan estratégico para producir 4 millones de barriles diarios en 2014 y 6 millones en 2019. Salimos a buscar préstamos y los conseguimos. ¿Si estuviésemos en quiebra, quién nos prestaría?”.
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