La
Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam) “Dr. Salvador Allende” anunció la
inserción al Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria
(PNF-MIC) de jóvenes bachilleres de la etnia Warao, procedentes de Delta Amacuro,
una decisión que marca una pauta histórica en la atención a las comunidades
originarias y un abrazo a la multiculturalidad presente en el territorio
nacional, que merece su espacio y tiempo en el programa internacional de la
institución.
Más de 1.000 kilómetros de navegación y un recorrido por tierra que atravesó nuestro país desembocó en una hermosa historia de amor y solidaridad. El equipo de la Elam, con su directora Sandra Moreno, viajó hasta el epicentro de la cultura Warao, en el margen del caudaloso río Orinoco, para aprender y vivir la realidad de este pueblo ¿El resultado? Una delegación de jóvenes dispuestos a asumir el compromiso de la formación científica para afianzar el lazo que los une a su comunidad y potenciar la salud y el cuidado a sus hermanos.
El apoyo incondicional del Comité Interinstitucional del PNF-MIC, en la figura de su coordinador nacional, Antonio Torres; la disposición, organización e invaluable despliegue por el terreno de la Misión Barrio Adentro; la dotación tecnológica del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, a través de la directora de la Oficina de Gestión Comunicacional, Osly Hernández y la Misión Sucre como ente becario en igualdad de condiciones económicas, asistenciales y sociales con nuestros estudiantes internacionales fueron copartícipes en este esfuerzo por brindar la oportunidad de traer y llevar vida, de contribuir a la permanencia de un modo de vida tan antiguo y tan contemporáneo a su vez, porque ellos serán los rostros del mundo que aquí estamos empeñados en soñar y construir.
Y es que todo es agua, todo es un fluir de vida para estos pueblos. La continuidad, la paciencia ancestral, la inocencia y la alegría se conjugan en tonos pardos y verdes. La lejanía, las relaciones, la alimentación, el transporte, la vida misma pasa por los ojos y refleja ondas acuáticas en las pupilas de esta comunidad que sufre de manera inclemente la aculturización y los embates de la religión occidental.
Sin
embargo, su espíritu, su bondad y su ternura son la bandera que enarbola la
resistencia y la lucha diaria de una etnia que se niega a perder su acervo
sociocultural. Hoy, estas y estos muchachos son el futuro para muchos. Y como
las curiaras en la corriente, han embarcado un viaje que los llevará a la Elam para
aprender, compartir y expresar sus impresiones sobre la convivencia con más de
800 estudiantes de 32 países del mundo, quienes, que como ellos, han decidido
hacer su mejor esfuerzo para trastocar el modo rentista y comercializador de la
salud. Todos sus hermanos esperan que ellos, que son curiaras y vida, vuelvan
con la corriente.
Hoy, la Escuela Latinoamericana de Medicina “Dr. Salvador Allende” da un pequeño pero significativo paso, no exento de esfuerzo y pasión por cambiar el mundo, pero comenzando por nuestra patria; porque el derecho a la vida es una prerrogativa de la Revolución Bolivariana; porque las palabras de nuestro Comandante Presidente, Hugo Chávez, nos guían y nos empujan a solidarizarnos con los excluidos; porque la salud es un derecho universal, y porque lo universal es la poesía de todos y para todos.
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