Hace tres años inició el proceso de organización
popular que el jueves 28 de noviembre dio 88 frutos: 88 nuevos hogares
autoconstruidos por el campamento de pioneros Kaika – Shi, ubicado en la
parroquia caraqueña de La Vega.
El nuevo complejo urbano, en donde se sigue
cortando cabilla y pegando bloque para ampliar el número de vecinos que habitan
ahora la edificación apostada muy cerca de la redoma La India, fue posible gracias
a la recuperación que el Movimiento de Pobladores hizo de un terreno ocioso y
abandonado, y que se dieron a la tarea de construir 88 apartamentos para
familias en situación de alquiler o en situación de riesgo.
Durante el acto de inauguración del primer tramo de
los edificios, compuesto por estos apartamentos, Mariela Machado, integrante del
movimiento de pobladores “Pioneros de Venezuela”, relata cómo ha sido la
experiencia en todo el trabajo plasmado en el sector. “Estamos haciendo un
sueño realidad de 88 nuevas viviendas para personas alquiladas o arrimadas por
derecho a la ciudad. Y con esto, estamos dando muestra de lo que el pueblo es
capaz de hacer, la mayoría de las viviendas eran construidas por el
pobre, pero él no tenía opción a ella sino a construir un rancho”.
Un estudio realizado por la Misión Gran Vivienda
Venezuela a familias en situación de alquiler o de hacinamiento en La Vega
generó información útil aportada por los comités de tierras y dio pie al inició
de la obra con una asesoría técnica, todo ello gracias al Movimiento de
Pobladores.
Ellos, los pobladores, ese colectivo en movimiento,
se constituyen por 6 organizaciones: los pioneros, los comités de tierra, la red
de inquilinos, los ocupantes, el frente
por el buen vivir y las trabajadoras residenciales, todos sumados al trabajo
colectivo con una misma meta y necesidad.
Hoy en día, explica Mariela Machado, con la
adjudicación de los hogares a familias trabajadoras en el urbanismo de
Kaika-Shi “estamos dando una prueba contundente de que el pueblo no sólo es
capaz de construir casas sino una comunidad registrada para el compartir, a
través de la autogestión e integración. Y no importa el tiempo que nos lleve
para construir nuestras viviendas, lo que importa es el tiempo para construir
al lado uno del otro, como un todo. De allí la frase de nuestro comandante:
Comuna o Nada”.
Con el fortalecimiento de las comunas en el país,
resalta Machado “se garantiza la integración de toda persona para resolver la
problemática existente en cualquier lugar y así llegar a un gobierno comunal en
todo el país; donde el hombre o mujer participa y es protagonista del logro o
búsqueda de solución en su localidad”.
Para reforzar el acompañamiento de las
instituciones del Estado a la comunidad de Kaika – Shi, (Sol y Luna en legua Waayú)
hizo presencia el ministro para las
Comunas y Movimientos Sociales, Reinaldo Iturriza, así como su homólgo de
Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, y la jefa del Distrito Capital, Jacqueline
Faría.
El titular para las Comunas señaló que sólo
en alianza, como lo dijo el comandante Chávez, con el movimiento popular, la
solución de vivienda existirá. “Esto nace el 8 de enero de 2010, cuando Chávez
se reúne con el movimiento y comienza a visibilizarse esto que nosotros estamos
viendo hoy aquí, un avance parcial de estos edificios hechos por el pueblo
venezolano”, recuerda Iturriza.
Este proyecto de autogestión es para el
ministro “la máxima experiencia a nivel político en el país y seguramente esto
es una de las iniciativas populares de construcción de comunidades más avanzada
en todo el mundo. Nosotros en el ministerio hemos llevado a cabo la
construcción de más de 80 mil viviendas bajo una modalidad de gestión casi
exactamente igual”.
De allí que extendiera una invitación a
cambiar la lógica de la política paternalista. “Hoy en día hay gente que
todavía piensa que al pueblo organizado hay que tutelarlo, y guiarlo. Eso
tenemos que irlo superando, esto que estamos viendo hoy es una prueba de todo
lo que es capaz de hacer el pueblo organizado como lo ha demostrado muchas
veces y como lo seguirá demostrando”.
Pioneros en una sola voz
Simón Antonio Bolívar, es padre de tres hijos, y es
también pionero y maestro de obra en la comunidad desde hace un año y medio.
Emocionado, durante el acto de inauguración da a conocer cómo han sido
distribuidos los apartamentos de acuerdo con las necesidades. “Existen en el
proyecto hasta la fecha 80 apartamentos de tres habitaciones, 4 de 4
habitaciones y 4 de 2 habitaciones y estamos trabajando como lo decía nuestro comandante
eterno, de día y de noche, de allí el nombre de nuestro campamento (sol y luna)”.
La historia de Simón se proyecta también en la de
Luis Sierra, pionero de La Vega, padre de tres hijos y residente alquilado del
sector I de Las Casitas, “tenemos un proyecto socioproductivo, cosa que nos
ayuda porque producimos lo que consumimos: cilantro, perejil, yuca, papas,
auyama, lechosa, hortalizas y legumbres. Esto es una manera de producir
nuestros propios alimentos. Nosotros resaltamos el trabajo como valor y no el
trabajo como fuerza explotadora, es decir, lo humano sobre lo material”.
Finalmente, Luz Marina de la Cruz, madre de cuatro
y pionera, manifestó su compromiso por esta nueva comunidad. “La vivienda para
la comunidad organizada empieza cuando uno pone la bandera y plasma el trabajo
no sólo de vivienda sino de nuevas relaciones integración personal para
construir la revolución y el socialismo que es lo que lo diferencia del
capitalismo”, concluyó, mientras en el nuevo urbanismo, los vecinos continuaron
no sólo la asamblea, también la fiesta.
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