Integración estratégica entre
el Programa "Orbita CI 130 y la Oficina de Socialización del Conocimiento
Científico IVIC, en apoyo a necesidades e intereses del primer grupo poblacional
detectado con coeficiente intelectual superior al promedio
Con el objetivo de guiar
a los 49 niños y jóvenes venezolanos detectados con coeficiente intelectual
superior al promedio, así como a sus padres y representantes, la Oficina de
Socialización del Conocimiento del Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas (IVIC) y el Programa Órbita C130 de la Fundación Motores por la Paz
organizaron, conjuntamente, una jornada de atención pedagógica y psicosocial en
las instalaciones de la institución científica.
El
subdirector del Ivic, Alexander Briceño, resaltó el compromiso y apoyo
incondicional que tiene la institución para promover e impulsar este tipo de
actividades que se traducen en el desarrollo y crecimiento personal y
profesional del grupo de niños y adolescentes con talentos especiales,
detectados desde el 2011 por la mencionada Fundación.
Durante la jornada, el
equipo de la Oficina de Socialización del Conocimiento del IVIC desarrolló
un taller experimental indagatorio, dirigido a
responder los requerimientos de integración del grupo de niños y
adolescentes con talento superior, a los fines de explorar sus necesidades e
intereses y promover en ellos el sentido de identidad y pertenencia que permita
su consolidación psicosocial como grupo susceptible de ser apoyado por las
diversas instancias y organismos.
“A través de actividades de
integración y exploración expresiva con metodologías asociadas al programa
'Ciencia por Encantamiento', los chicos
lograron un espacio para encontrarse y reconocerse como grupo, hecho que
resultó totalmente nuevo para ellos y para el proyecto Órbita CI 130, ya que
tuvieron la oportunidad de percibirse como semejantes, compartiendo
experiencias comunes que contribuyeron a identificar necesidades, validar
sentimientos y a comprenderse mejor a si mismos" indicó la jefe de Oficina de Socialización
del Conocimiento del IVIC, Inés Araujo.
En
cambio, para los padres de los niños y
jóvenes sobresalientes, el equipo de Órbita CI 130 dictó una jornada de trabajo
participativo, dirigida a orientar y brindarles herramientas con el fin de mejorar la
atención y educación de sus hijos en la diversidad de necesidades
presentes, alrededor del impacto que genera en la vida familiar la experiencia
de tener un miembro de la familia con estas características.
Al cierre de la jornada se
realizó una actividad de integración que reunió a padres e hijos en una
experiencia colectiva de afrontar desafíos y destrezas de agilidad motriz y
lúdica. Las Canchas de Guayabal del IVIC fueron el escenario para la novedad de
ver a los padres protagonizar los desafíos de esta original "Ginkana"
conducida por René Guerrero, Coordinador de Deportes del IVIC, aupados por el apoyo de sus hijos en una
inesperada inversión de "roles", donde los adultos se transformaron
en niños y todos disfrutaron y rieron sin parar.
Araujo puntualizó que la
experiencia con los niños arrojó “resultados sorprendentes y muy prometedores a
los fines de comprender y caracterizar más sensiblemente como se forma y
expresa la ‘mente’ científica en edades tempranas, ayudando al programa a
fortalecer sus métodos en la atención a
los requerimientos emocionales, de relación social y de expresión de estos
chicos y sus familias, requisito imprescindible para apuntalar la consecución
de un desarrollo lo más armónico posible de sus talentos y capacidades
intelectuales”.
El director del programa
Órbita CI 130, Jorge Portilla, indicó que estas jornadas son sólo el principio
de una serie de talleres que buscan apoyar a los chicos y orientar a sus
padres. Asimismo, indicó que la implementación de los diversos sistemas de
evaluación redundará en el impulso y desarrollo integral de estos niños, niñas
y adolescentes con esta condición
“Los estudios no solo
permitirán un avance psicológico y social en estos pequeños, sino que también
arrojarán muchas luces sobre las necesidades de los profesionales o jóvenes que
estén interesados en desempeñar una carrera científica”, aclaró Portilla.
Por su parte, el presidente de
la Fundación Motores por la Paz, Gerardo García, resaltó el compromiso del ente
por impulsar -a través de estas nuevas generaciones- el desarrollo
científico-tecnológico del país, con la misión de brindar aportes concretos que
beneficien a la población venezolana y latinoamericana.
Hablan los representantes
Francisco Tascón, padre de
Daniel Tascón, señaló que la actividad fue muy productiva y enriquecedora, ya
que recibió una serie de herramientas, que a su juicio le serán de gran ayuda
para mejorar la forma de tratar y manejar las emociones y aptitudes de su hijo,
tanto en su entorno hogareño como en el colegio.
Idola Rivas, madre de Diego
Linares, consideró formidable esta iniciativa, pues detalló que en el país
escasean instituciones dedicadas a la formación u orientación de padres y niños
con coeficiente intelectual superior. "Hemos compartido experiencias con
otros representantes sobre el comportamiento y el cómo educar de una forma más
viable a nuestros hijos", añadió.
Entre
tanto, las representantes Fanny Yusti y Tibisay Flores, hicieron hincapié en
que también se deben mejorar los
esfuerzos en las aulas de clase, motivado a que los docentes necesitan
herramientas que les permitan enfrentar y saber manejar la relación de niños
con coeficiente intelectual superior y sus compañeros de estudio, pues
explicaron que en el país no existen planteles educativos especiales para
jóvenes sobresalientes.
Protagonistas y su futuro
Con tan sólo nueve años de
edad la pequeña Saraí Belandria, oriunda de Caracas y aficionada a la lectura,
se encuentra cursando primer año de bachillerato. En su haber ha perdido la
cuenta de los títulos que ha leído y en su futuro proyecta ser una destacada
científica en la rama de la física.
El valenciano Eduardo García,
de diez años de edad, aseguró que será un gran químico y biólogo a la vez. Le
apasiona la investigación y su misión es "ser un científico".
Dylan Hernández, con 12 años
de edad, compartió que su anhelo es ser un destacado inventor de cosas útiles y
de última generación. Enfatizó su interés por el desarrollo tecnológico que ha
tenido desde pequeño.
Angélica Meléndez con 13 años
de edad, dijo que en el futuro será una criminóloga profesional y diseñadora,
pues precisó que siempre ha tenido esa curiosidad y la necesidad de buscar y
obtener soluciones a problemas atípicos sobre los que nadie quiere indagar.
Jesús Briceño, de ocho años de edad residenciado en la ciudad
de Caracas, quien es "Cinta Purpura" en artes marciales, toca el
piano y es excelente estudiante, reseñó que le encanta la química y se
vislumbra como un gran científico haciendo experimentos dentro de un
laboratorio.
La tachirense Génesis Medina,
de 9 años y estudiante de quinto grado, dijo estar interesada en la química, obstetricia
y música. Desea ser una mujer integral con mucho éxito.
Captación
de niños superdotados
Los
niños sobresalientes, desde muy temprana edad, tienen aptitudes
como lectura temprana, habilidades por resolver problemas numéricos, destreza
para juegos como laberintos y ajedrez. Gerardo
García hizo un llamado a las familias venezolanas que crean que tienen un niño
con talento superior para que escriban a la Fundación Motores por la Paz al correo
electrónico:
info@fundacionmotoresporlapaz.org o a la dirección de twitter @orbitaci130.
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