miércoles, 23 de octubre de 2013

Niños sobresalientes y sus padres recibieron talleres de orientación



Integración estratégica entre el Programa "Orbita CI 130 y la Oficina de Socialización del Conocimiento Científico IVIC, en apoyo a necesidades e intereses del primer grupo poblacional detectado con coeficiente intelectual superior al promedio

Con el objetivo de guiar a los 49 niños y jóvenes venezolanos detectados con coeficiente intelectual superior al promedio, así como a sus padres y representantes, la Oficina de Socialización del Conocimiento del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y el Programa Órbita C130 de la Fundación Motores por la Paz organizaron, conjuntamente, una jornada de atención pedagógica y psicosocial en las instalaciones de la institución científica.

El subdirector del Ivic, Alexander Briceño, resaltó el compromiso y apoyo incondicional que tiene la institución para promover e impulsar este tipo de actividades que se traducen en el desarrollo y crecimiento personal y profesional del grupo de niños y adolescentes con talentos especiales, detectados desde el 2011 por la mencionada Fundación.

Durante la jornada, el equipo de la Oficina de Socialización del Conocimiento del IVIC desarrolló un taller experimental indagatorio, dirigido a  responder los requerimientos de integración del grupo de niños y adolescentes con talento superior, a los fines de explorar sus necesidades e intereses y promover en ellos el sentido de identidad y pertenencia que permita su consolidación psicosocial como grupo susceptible de ser apoyado por las diversas instancias y organismos.

“A través de actividades de integración y exploración expresiva con metodologías asociadas al programa 'Ciencia por Encantamiento',  los chicos lograron un espacio para encontrarse y reconocerse como grupo, hecho que resultó totalmente nuevo para ellos y para el proyecto Órbita CI 130, ya que tuvieron la oportunidad de percibirse como semejantes, compartiendo experiencias comunes que contribuyeron a identificar necesidades, validar sentimientos y a comprenderse mejor a si mismos"  indicó la jefe de Oficina de Socialización del Conocimiento del IVIC, Inés Araujo.

En cambio, para los padres de los  niños y jóvenes sobresalientes, el equipo de Órbita CI 130 dictó una jornada de trabajo participativo, dirigida a orientar y brindarles herramientas con el fin de mejorar la atención y educación de sus hijos en la diversidad de necesidades presentes, alrededor del impacto que genera en la vida familiar la experiencia de tener un miembro de la familia con estas características.

Al cierre de la jornada se realizó una actividad de integración que reunió a padres e hijos en una experiencia colectiva de afrontar desafíos y destrezas de agilidad motriz y lúdica. Las Canchas de Guayabal del IVIC fueron el escenario para la novedad de ver a los padres protagonizar los desafíos de esta original "Ginkana" conducida por René Guerrero, Coordinador de Deportes del  IVIC, aupados por el apoyo de sus hijos en una inesperada inversión de "roles", donde los adultos se transformaron en niños y todos disfrutaron y rieron sin parar.
Araujo puntualizó que la experiencia con los niños arrojó “resultados sorprendentes y muy prometedores a los fines de comprender y caracterizar más sensiblemente como se forma y expresa la ‘mente’ científica en edades tempranas, ayudando al programa a fortalecer  sus métodos en la atención a los requerimientos emocionales, de relación social y de expresión de estos chicos y sus familias, requisito imprescindible para apuntalar la consecución de un desarrollo lo más armónico posible de sus talentos y capacidades intelectuales”.
El director del programa Órbita CI 130, Jorge Portilla, indicó que estas jornadas son sólo el principio de una serie de talleres que buscan apoyar a los chicos y orientar a sus padres. Asimismo, indicó que la implementación de los diversos sistemas de evaluación redundará en el impulso y desarrollo integral de estos niños, niñas y adolescentes con esta condición
“Los estudios no solo permitirán un avance psicológico y social en estos pequeños, sino que también arrojarán muchas luces sobre las necesidades de los profesionales o jóvenes que estén interesados en desempeñar una carrera científica”, aclaró Portilla.
Por su parte, el presidente de la Fundación Motores por la Paz, Gerardo García, resaltó el compromiso del ente por impulsar -a través de estas nuevas generaciones- el desarrollo científico-tecnológico del país, con la misión de brindar aportes concretos que beneficien a la población venezolana y latinoamericana.

Hablan los representantes
Francisco Tascón, padre de Daniel Tascón, señaló que la actividad fue muy productiva y enriquecedora, ya que recibió una serie de herramientas, que a su juicio le serán de gran ayuda para mejorar la forma de tratar y manejar las emociones y aptitudes de su hijo, tanto en su entorno hogareño como en el colegio.
Idola Rivas, madre de Diego Linares, consideró formidable esta iniciativa, pues detalló que en el país escasean instituciones dedicadas a la formación u orientación de padres y niños con coeficiente intelectual superior. "Hemos compartido experiencias con otros representantes sobre el comportamiento y el cómo educar de una forma más viable a nuestros hijos", añadió.
Entre tanto, las representantes Fanny Yusti y Tibisay Flores, hicieron hincapié en que  también se deben mejorar los esfuerzos en las aulas de clase, motivado a que los docentes necesitan herramientas que les permitan enfrentar y saber manejar la relación de niños con coeficiente intelectual superior y sus compañeros de estudio, pues explicaron que en el país no existen planteles educativos especiales para jóvenes sobresalientes.

Protagonistas y su futuro
Con tan sólo nueve años de edad la pequeña Saraí Belandria, oriunda de Caracas y aficionada a la lectura, se encuentra cursando primer año de bachillerato. En su haber ha perdido la cuenta de los títulos que ha leído y en su futuro proyecta ser una destacada científica en la rama de la física.
El valenciano Eduardo García, de diez años de edad, aseguró que será un gran químico y biólogo a la vez. Le apasiona la investigación y su misión es "ser un científico".
Dylan Hernández, con 12 años de edad, compartió que su anhelo es ser un destacado inventor de cosas útiles y de última generación. Enfatizó su interés por el desarrollo tecnológico que ha tenido desde pequeño.
Angélica Meléndez con 13 años de edad, dijo que en el futuro será una criminóloga profesional y diseñadora, pues precisó que siempre ha tenido esa curiosidad y la necesidad de buscar y obtener soluciones a problemas atípicos sobre los que nadie quiere indagar.
Jesús Briceño, de  ocho años de edad residenciado en la ciudad de Caracas, quien es "Cinta Purpura" en artes marciales, toca el piano y es excelente estudiante, reseñó que le encanta la química y se vislumbra como un gran científico haciendo experimentos dentro de un laboratorio.
La tachirense Génesis Medina, de 9 años y estudiante de quinto grado, dijo estar interesada en la química, obstetricia y música. Desea ser una mujer integral con mucho éxito.

Captación de niños superdotados

Los niños sobresalientes, desde muy temprana edad, tienen aptitudes como lectura temprana, habilidades por resolver problemas numéricos, destreza para juegos como laberintos y ajedrez. Gerardo García hizo un llamado a las familias venezolanas que crean que tienen un niño con talento superior para que escriban a la Fundación Motores por la Paz al correo electrónico: info@fundacionmotoresporlapaz.org o a la dirección de twitter @orbitaci130.







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